LA NIÑA DE TIZIMÍN
Óscar Wong
Para Ana Lidia Ruiz Sánchez
Dieciséis años nomás
y su mirada es más grande que el asombro
con que el ojo repite la mirada.
Toda la luz del mundo se concentra en su figura,
toda la Gracia asoma en la línea de sus labios.
La niña de Tizimín sonríe:
tambores de amor percuten en mi pecho.
Y su voz, lirio insólito aromando los oídos,
germina.
Tiembla el caracoleo del sol.
La niña de Tizimín sonríe.
Como cigarro olvidado en los dedos del mundo
la tarde se consume.
Tizimín, Yucatán, agosto 14 de 1987.
One Comment
Un hermoso poema desde la contemplación del instante y de sentir con la mirada el cuerpo de una mujer de Tizimín.